EL ALMÁCIGO Y TRASPLANTE EN HISEP

Para obtener buenos cultivos, es importante contar con un almacigo de excelente calidad agronómica en hidroponía.


Por esto, para el hidroponista es importante identificar las principales características que debe presentar una planta de calidad, entre las cuales están:

Sanidad: libre de insectos y enfermedades. 

Buen desarrollo de raíces, de forma que al extraerlas salgan con todo el adobe. 

 Uniformidad y tamaño compacto, evitando plantas alargadas. 

Diámetro basal del tallo y tallo grueso, evitando plantas frágiles y débiles.

Buen vigor, color verde y uniforme, evitando plantas raquíticas o deficientes.

Por otra parte, una planta en almácigo con una edad muy avanzada, no tiene la suficiente fuerza y vigor para un buen crecimiento inicial, debido a que las raíces están arrolladas y deterioradas.


Cada cultivo tiene un momento óptimo de trasplante, el cual depende del clima, del cultivo, del número de celdas en la bandeja y del manejo del riego y la nutrición.

Algunos criterios utilizados para realizar el trasplante son la edad, la altura y el número de hojas de la planta, siendo la edad el criterio más utilizado.

Antes de trasplantar, se debe verificar que el sustrato tenga suficiente humedad.

Las plántulas se extraen tirando suavemente de la base del tallo para que las raíces salgan con todo el sustrato. Se hace el hueco de siembra utilizando un trozo de madera o manualmente, de un diámetro y profundidad ligeramente superior al del tamaño de la celda del almácigo.

Si hay mucho viento se puede sembrar un poco más profundo, para que la plántula tenga un mejor apoyo y evitar el daño por viento. Se siembra una plántula por hueco presionando suavemente alrededor de la misma, con el objetivo de que no queden bolsas de aire alrededor de las raíces. Después de sembrar, se debe aplicar un riego con abundante agua para favorecer el establecimiento de las nuevas plantas.

La salud de los miembros del núcleo familiar es uno de los principales aspectos que justifica la práctica de la hidroponía. En la producción convencional de hortalizas en suelo, la contaminación de los vegetales con agroquímicos y coliformes fecales, representa un grave problema de salud pública, ya que contribuyen a la aparición de enfermedades degenerativas. La contaminación con agroquímicos se debe al uso excesivo de plaguicidas para controlar insectos y enfermedades.


El consumo de hortalizas sanas y limpias es una excelente alternativa en la prevención de enfermedades. Los estándares de consumo recomendados por la Organización Mundial de la Salud (FAO), oscila entre 75 y 110 gramos diarios por persona, mientras que en países en vías de desarrollo el consumo solo alcanza entre 40 y 50 gramos por día. Consecuentemente, se da un problema de mal nutrición, que se agrava con los malos hábitos de alimentación basada en el consumo de harinas y comida “chatarra”. El bajo consumo de hortalizas trae como consecuencia la denominada “hambre oculta” debido a las deficiencias de micronutrientes, fibra, vitaminas, antioxidantes y proteínas, lo cual conduce a largo plazo a la aparición de enfermedades “raras”. El costo económico del tratamiento de enfermedades adquiridas por los malos hábitos alimenticios y el consumo de hortalizas contaminadas representa un costo elevado para los programas de salud pública.

Los expertos en hidroponía, solo en Hidroponiasemillasyplantas (HISEP).

Bibliografía:

Hidroponía- cosechando mis alimentos en casa




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